En Viar nos encantan los planes familiares, y el de este domingo salió genial.
Comenzamos en el Monasterio de San Isidoro del Campo, que recorrimos siguiendo las explicaciones de un fantástico guía. La verdad es que la visita se nos hizo corta, podríamos haber estado horas deleitándonos con tantas maravillas artísticas…
Pero nos esperaba la segunda parte del plan: el almuerzo familiar en Lomaluz. ¡Desplegamos una mesa gigante para dar cabida a tantos comensales! Que alegría ver tantas familias reunidas. Había abuelos, hijos, nietos, tíos, primos, sobrinos…
El plan acabó con la Misa, celebrada al aire libre, y hasta con un chapuzón en la piscina de uno de los asistentes…
En marzo nos espera un senderismo familiar, ¡no te lo vayas a perder!
