Después de muchos meses de espera, por fin los niveles 0 a 2 pudimos disfrutar de una excursión montañera. El destino fue Cerro Muriano, a donde llegamos cargados con todo lo necesario para la acampada: tiendas de campaña, sacos y esterilla, abundante comida, linternas…
La tarde y la noche se presentaban muy fresquitas, así que lo primero fue recolectar leña y encender una buena fogata. Entre todos juntamos un buen montón de madera con el que calentarnos y cocinar. Ah, y montamos las tiendas donde pasaríamos la noche.
Después de cenar unos Yatekomos y unas salchichas a la brasa, iniciamos una caminata hasta lo alto de un cerro. Allí nos encontramos con las ruinas de “la casa del cabrero”, cuya historia nos contó David.
La noche fue muy fría, ¡el agua que dejamos en algunos vasos amaneció congelada! Menos mal que pudimos reavivar el fuego para entrar en calor.
La mañana del sábado la dedicamos a explorar los alrededores. Visitamos una antigua cantera, recorrimos parte del Camino de Santiago y hasta encontramos un cache.
En fin, 24h camperas que esperamos poder repetir muy pronto.