El Mundial de Fútbol este año cae en mitad del curso escolar, así que hay que hacer compatible el apoyo a nuestra selección con el estudio para preparar los exámenes.
Para facilitarlo el horario del pasado miércoles cambió un poco: primero vimos el partido inaugural de nuestra selección, para después sacar el tiempo de estudio necesario. ¡Y bien que mereció la pena!
La expectación en la sala de estar era máxima, y la decoración acompañaba el ímpetu de nuestros cánticos de apoyo. Y el delirio llegaba con cada gol. A las pruebas me remito…